¿Por qué si entre los seres queridos se manifiesta el amor como sentimiento principal entonces son los que más infelicidad nos provocan?
Hay varios puntos a discutir.
El primero es que según Freud, la pulsión agresiva es primordial y sólo está esperando ser provocada para manifestarse. Teniendo en cuenta que los seres queridos son los más importantes en nuestra vida, son ellos los que dejan salir las pulsiones. Pero éstas pulsiones no son sólo las sexuales, sino que también dejan salir o excitan por así decirlo las pulsiones agresivas que pueden tener dos destinos. Manifestarse por sí mismas sin ninguna barrera que les impida agredir a esa persona querida. Y la segunda que la pulsión agresiva sea reprimida. Si es reprimida por ser inconciliable para el yo, entonces seguiría los mismo caminos que las pulsiones sexuales reprimidas, se manifestarían por caminos aledaños, poniendo estorbos y acciones que perturbarían la relación con el ser querido.
Por otra parte, el individuo siempre tiene deseos de la persona amada. Que lo ame de regreso, que cumpla todos las espectativas que tiene de ella en amor, atención, dinero etc. Y como es evidente, es imposible que alguien satisfaga todos los deseo de otro, y si así lo hiciera, el individuo que lo satisface se perdería en un yo falso dictado por aquel que demanda y éste crearía una dependencia suficiente para hacer una relación de coodependencia en la que ambos se mantendrían insatisfechos.
Por otra parte, está la idea de que en las todas las instancias de la psique del individuo se presentan deseos encontrados. Desear ser maltratado y acariciado al mismo tiempo por ejemplo, lo que hace imposible satisfacer este tipo de deseos ya que son contrarios u opuestos.
Todos estos puntos, como dice Freud, provocan a la pulsión agresiva, que de por sí vive en el individuo y convive con las pulsiones sexuales lo cual hace del la satisfacción de deseos del individuo y de la relación con los seres externos a éste un sistema complejo difícil de solucionar.