Serotonina: ¿Qué es y para qué sirve?I

Investigación, redacción y diseño por Lolbé Castañeda Ferrer

¿Qué es la serotonina?

La serotonina o 5-hidroxitriptamina (5-HT) es un neurotransmisor (mensajero químico que transmite señales entre neuronas) con diversas funciones fisiológicas y neuropsicológicas.

¿Dónde se encuentra?

La serotonina se produce al interior de las células a partir del aminoácido triptófano. Aproximadamente el 90% de la serotonina corporal se encuentra en el tracto gastrointestinal. Entre 8-9% se almacena en las plaquetas de la sangre, y el 1-2% restante en el sistema nervioso central (SNC).

¿Cuál es su función en el sistema nervioso?

La serotonina modula la vasta mayoría de los procesos de comportamiento humanos. Esto se debe a que aquellas neuronas que producen serotonina en el tronco encefálico, la envían a través de proyecciones largas hasta las regiones cortical, límbica, del mesencéfalo y del rombencéfalo. De hecho, todas las regiones del cerebro expresan múltiples receptores de serotonina, y cada neurona individual puede expresar varios receptores a la vez.

Los procesos conductuales y neuropsicológicos modulados por la serotonina incluyen el sueño, el estado de ánimo, la regulación de la temperatura, la percepción del dolor, la recompensa, la agresión, el apetito, el aprendizaje y la memoria, la actividad sexual, la actividad motora, el comportamiento social y la atención.

¿Cómo actúa?

Tras la despolarización neuronal (señal eléctrica de una neurona), la serotonina se libera en la sinapsis (espacio entre neuronas). Ahí, puede unirse a receptores postsinápticos -en la neurona que sigue- o a autorreceptores presinápticos -la neurona de la que salió-.

La unión de la serotonina al autorreceptor evita que se libere más serotonina en la hendidura sináptica. El transportador de serotonina altamente selectivo (SERT) en la presinapsis elimina la serotonina de la sinapsis, y la transporta al interior de la neurona para ser reciclada o reutilizada.

¿Qué medicamentos afectan la serotonina?

Varias clases de fármacos actúan sobre la serotonina, incluidos algunos antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos, antieméticos y para la migraña, así como fármacos psicodélicos y psicoactivos.

Un ejemplo son los Inhibidores Selectivos de la Recaptura de la Serotonina (SSRIs). Los SSRIs inhiben los SERT, permitiendo que una mayor cantidad de serotonina permanezca en la sinapsis y pueda estimular los receptores postsinápticos durante un periodo de tiempo más extendido.

Se utilizan principalmente para el tratamiento del trastorno depresivo mayor y con frecuencia se prescriben para los trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad social, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), los trastornos alimentarios, el dolor crónico y, en algunos casos, el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Los inibidores de la recaptura de la serotonina o antidepresivos

Los SSRIs son selectivos para la serotonina, es decir, no afectan a otros neurotransmisores. Esta característica los hace más tolerables al no tener tantos efectos secundarios como otros tipos de antidepresivos. Sin embargo, en muy pocos casos los SSRIs no están libres de riesgos. En 2004, la FDA emitió una advertencia “black box” para los SSRIs debido a un posible mayor riesgo de suicidio entre niños y adultos jóvenes (hasta 25 años). Los efectos secundarios comunes incluyen disfunción sexual, alteraciones del sueño, cambios de peso, incremento de ansiedad, mareos, sequedad en la boca, dolor de cabeza y malestar gastrointestinal. Los SSRIs también tienen el potencial de prolongar el intervalo QT del corazón, lo que puede provocar una arritmia mortal (torsade de pointes). Adicionalmente, existe el riesgo de sufrir síndrome serotoninérgico, si se recetan múltiples medicamentos con efectos serotoninérgicos o si se da una sobredosis. Es por eso que en la mayoría de los casos se recetan y ofrecen más beneficios que efectos secundarios.

Los efectos de los SSRIs pueden tardar hasta 6 semanas antes de que los pacientes sientan algún cambio. Si los pacientes toleran bien la dosis actual, el médico puede considerar aumentar la dosis después de varias semanas. Estos medicamentos no deben suspenderse abruptamente después de un tratamiento prolongado y deben reducirse gradualmente durante varias semanas para minimizar los síntomas relacionados con la interrupción, que pueden incluir náuseas, dolor de cabeza, mareos, escalofríos, dolores corporales, parestesias (hormigueo o adormecimiento de extremidades), insomnio y “brain zaps” (sensación de choquecitos eléctricos en el cerebro).

¿Qué rol tiene en las emociones?

El New Collegiate Dictionary de Webster define el estado de ánimo como un estado mental consciente o emoción predominante. La emoción se define como el aspecto afectivo de la conciencia. Además de este sentimiento consciente o aspecto cognitivo de la emoción, existe un componente visceral, específicamente las respuestas físicas características asociadas con el estado emocional.

La representación neuronal de los sentimientos y las emociones se encuentra en el sistema límbico del cerebro. El sistema límbico está compuesto de estructuras corticales y subcorticales, que están íntimamente interconectadas.

Existen niveles especialmente altos de serotonina en las estructuras del prosencéfalo límbico. Aunque los cuerpos celulares neuronales que contienen serotonina están restringidos a grupos discretos de células o núcleos ubicados en el tronco del cerebro, sus proyecciones inervan casi todas las áreas del sistema nervioso central. Sabemos que la neurotransmisión de serotonina es importante para determinar el procesamiento de la información emocional y el estado de ánimo gracias a experimentos hechos con manipulaciones farmacológicas. En éstos, se modificaron los sistemas serotoninérgicos del cerebro y se encontró que afectan el sesgo de atención, el reconocimiento de las emociones faciales, la memoria emocional, las actitudes disfuncionales y la toma de decisiones.

Conclusión

La serotonina es un neurotransmisor clave en el cuerpo, producido principalmente en el tracto gastrointestinal y con funciones que afectan el estado de ánimo, el sueño, el dolor, la memoria y otros procesos neuropsicológicos. Actúa en la comunicación entre neuronas, influyendo en diversos aspectos del comportamiento humano. Algunos medicamentos, como los SSRIs, alteran la serotonina y se usan en el tratamiento de la depresión y la ansiedad. La serotonina juega un papel importante en las emociones al influir en el procesamiento de la información emocional y el estado de ánimo a través del sistema límbico del cerebro.

Fuentes Consultadas

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[Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK554406/

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