La ansiedad puede verse desde distintos puntos de vista. Poniendo la atención en el cirujano, puede ir desde incomodidad e inquietud, hasta síntomas más incapacitantes como parálisis faciales y migrañas. Y desde el punto de vista de la mente, puede ir desde pensamientos repetitivos hasta fobia ataques de pánico qué son verdaderamente traumáticos para que nos dé.
Pero ¿Realmente qué es la ansiedad?
es un proceso físico-químico corporal generado por situaciones estresantes o exigentes del ambiente que ha permitido a los seres humanos sobrevivir a situaciones de peligro desde que el humano es humano. De hecho, todos los seres vivos tienen la capacidad de sentir ansiedad porque les permite poner su cuerpo y mente en estado de alerta.
Cuando tenemos ansiedad, todas las partes de nuestro cerebro envían hormonas como la adrenalina y el cortisol para que nuestras capacidades tanto físicas como mentales aumentan y podamos salir de peligro rápidamente. Sin embargo, esas sustancias que se liberan para darle superpoderes a nuestro cuerpo y mente también son tóxicas y el cuerpo tiene que eliminarlas para sentirse bien.
Es por eso que cuándo el cerebro envía constantemente por un tiempo prolongado está señales de sentirse en peligro, y no se eliminan del cuerpo sino que se siguen produciendo, el cuerpo y la mente se enferman.
Hay muchos tipos de ansiógenos (así se les dices a las cosas que nos producen ansiedad), pero se pueden dividir en dos grandes grupos: los ansiógenos internos y los ansiógenos internos. Autobús de los externos pueden ser las separaciones, problemas de dinero, conflictos con relaciones personales como pareja, hijos o padres entre otros. Y algunos de los internos pueden ser enojo, culpa, nunca ser suficiente para uno mismo, necesitar agradar a todos etc.
Esto quiere decir qué cuándo pasa o sentimos alguno de los ansiógenos nuestro cuerpo está interpretando que estamos en peligro y que hay que hacer algo al respecto y todo el funcionamiento de la ansiedad se pone en marcha.
Es por eso que hay una mala noticia: mientras estemos vivos, no vamos a dejar de sentir ansiedad.
Claro, pero también hay buenas noticias: la ansiedad es manejable niveles sanos que nos permitan vivir con tranquilidad y satisfechos de nuestro trabajo mi vida.
¿ Pero cómo logro eso?
Es importante trabajar la ansiedad antes de que llegue a niveles donde nos impiden el funcionamiento personal.
Trabajar la ansiedad significa conocernos a nosotros mismos para saber de dónde vienes ansiedad y qué es lo que nuestra mente y cuerpo está interpretando como una situación de peligro. Qué es lo que realmente estamos necesitando para estar tranquilos y que estamos interpretando como algo amenazante.
Desde el punto de vista de las herramientas existen algunas técnicas de respiración como la atención plena y el manipules que sí se practica constantemente se puede llegar a manejar la ansiedad para que sea una herramienta que nos impulsa a lograr nuestras metas y no se convierta en un obstáculo incapacitante.
Es por eso que en clínica broa sugerimos ampliamente complementar los tratamientos de psicoterapia io medicamentos con la enseñanza y práctica de la atención plena qué sirve como complemento idóneo para una mejor y más rápida recuperación de la ansiedad.