El narcisismo digital emerge como un barco que se refleja en la superficie del agua, atrapado en su propia imagen.
En el océano de las redes sociales, el narcisismo moderno navega como un barco reflejado en aguas tranquilas, atrapado en su propia imagen. Desde una perspectiva psicoanalítica, esta dinámica refleja el mito de Narciso, fascinado por su propio reflejo en el agua, incapaz de escapar de esa imagen idealizada. Hoy en día, plataformas como Instagram y TikTok nos invitan a sumergirnos en un mar de validación externa, construyendo una identidad que constantemente busca aprobación y admiración.
Las redes sociales no solo actúan como un espejo, sino como una superficie cambiante, donde el “yo” se reconstruye con cada “me gusta”, comentario o seguidor. Este reflejo, aunque seductor, genera una paradoja emocional: al igual que un barco que persigue su reflejo sin llegar a atraparlo, el individuo en redes sociales sigue un ideal inalcanzable de perfección y éxito. La pregunta que surge es: ¿ese “yo” que mostramos es un reflejo auténtico o solo una ilusión efímera?
La búsqueda de validación
Desde el psicoanálisis, podemos entender las redes sociales como un espacio de proyección masiva, donde los usuarios depositan sus deseos, inseguridades y fantasías de éxito. Este “yo digital”, creado a partir de publicaciones cuidadosamente seleccionadas, es como un faro que lanza luz al exterior, esperando recibir señales de vuelta en forma de likes y comentarios. Pero este juego de proyección y respuesta nunca es satisfactorio.
Tal como un navegante que se pierde en un mar de superficialidad, las personas que dependen de esta validación externa pueden sentir una profunda insatisfacción. Al igual que Narciso, quienes buscan constantemente su reflejo en la mirada de los demás se convierten en prisioneros de su imagen, alejándose de la auténtica construcción de su identidad.
Redes sociales: el mar de la gratificación instantánea
El mar digital nos ofrece gratificación instantánea, pero esta recompensa, aunque atractiva, es fugaz. Al igual que las olas que rompen rápidamente en la costa, los “me gusta” y las interacciones en redes sociales no son duraderos. Esta volatilidad emocional puede generar un patrón de búsqueda compulsiva de más atención, atrapando al individuo en una corriente sin fin de autoexigencia.
Desde una óptica psicoanalítica, este ciclo de búsqueda constante refleja lo que Freud llamaba la compulsión a repetir: la tendencia a recrear una y otra vez experiencias que no nos satisfacen, esperando que esta vez el resultado sea diferente. En lugar de encontrar una satisfacción duradera, las redes sociales alimentan un ciclo de ansiedad, donde el individuo se queda navegando en la superficie de sus deseos sin profundizar en sus necesidades emocionales reales.
El “yo” como naufragio: consecuencias emocionales
El narcisismo digital, al ser un reflejo distorsionado de uno mismo, puede conducir al naufragio emocional. A medida que las personas construyen una identidad basada en la mirada externa, pueden perder el contacto con su verdadero yo. Al igual que un barco que se adentra demasiado en aguas peligrosas sin mapa ni dirección, el individuo en redes sociales puede perderse en la búsqueda interminable de validación, cayendo en ansiedad, depresión o sentimientos de vacío.
El psicoanálisis nos invita a ver esta dinámica desde una óptica más profunda: las redes sociales no solo actúan como plataformas de comunicación, sino como escenarios psíquicos, donde se juegan las tensiones entre el “yo” idealizado y el “yo” real. La tensión entre estos dos polos puede generar un desequilibrio emocional, llevando a las personas a sentir que nunca alcanzan el nivel que proyectan en sus perfiles.
Navegar hacia una identidad más auténtica
Al igual que un navegante que se da cuenta de que está siguiendo un reflejo ilusorio en lugar de una estrella real, es necesario recalibrar el rumbo en el océano de las redes sociales. En lugar de dejarnos arrastrar por la corriente del narcisismo digital, el psicoanálisis nos invita a descender a las profundidades de nuestras emociones y deseos, a explorar las aguas más turbias de nuestra identidad sin depender de la mirada de los demás.
El desafío en la era digital es encontrar un equilibrio entre la necesidad de conexión y la construcción de una identidad auténtica que no dependa de la aprobación externa. Solo así podremos navegar en el vasto mar de las redes sociales sin perder de vista nuestro propio norte.
Fuentes de información
Yakeley J. Current understanding of narcissism and narcissistic personality disorder. BJPsych Advances. 2018;24(5):305-315. doi:10.1192/bja.2018.20 https://www.cambridge.org/core/journals/bjpsych-advances/article/current-understanding-of-narcissism-and-narcissistic-personality-disorder/4AA8B04FB352F8E00AA7988B63EBE973
Mas Manchón L, Badajoz Dávila D (2022) The use of social media as a two-way mirror for narcissistic adolescents from Austria, Belgium, South-Korea, and Spain. PLOS ONE 17(8): e0272868. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0272868